Aceite de Oliva Virgen Extra y Salud

«El aceite de Oliva Virgen Extra es el alimento que, por su composición en ácidos grasos, más se asemeja a la leche materna»

El Aceite de Oliva Virgen Extra tiene extraordinarias propiedades curativas y saludables. Este zumo 100 % de aceituna conocido como “ORO LÍQUIDO”, es considerado un producto MITAD ALIMENTO MITAD MEDICINA.

Distintivo de nuestra dieta mediterránea, es la grasa con la que mejor se fríen los alimentos, ya que forma una capa más consistente a su alrededor. Gracias a ella, los alimentos retienen sus jugos y no absorben más aceite. Aunque puede alcanzar altas temperaturas (180 ºC), es el que menor alteración sufre durante el calentamiento por lo que puede reutilizarse más veces que otros aceites.

Además se trata del aceite vegetal que contribuye con un mayor número de factores beneficiosos para nuestra salud. A continuación detallamos los efectos sobre los distintos sistemas y aparatos:

Sobre el sistema digestivo

  • Disminuye la acidez gástrica y mejora el estreñimiento.
  • Disminuye la actividad secretora del páncreas sin afectar a la digestibilidad de los alimentos.
  • Mejora el vaciamiento de la vesícula biliar, lo que evita la formación de cálculos biliares.
  • Mejora la absorción intestinal de diversos nutrientes, especialmente los inorgánicos, corrigiendo enfermedades como la anemia (mejora la absorción del hierro).

Sobre el sistema cardiovascular

  • Provoca una disminución del colesterol total en sangre. Estudios realizados por las cátedras de Cardiología y Bioquímica Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza demostraron que la sustitución del consumo de aceite de girasol por aceite de oliva durante diez semanas redujo en promedio un 13% del colesterol sanguíneo.
  • El ácido oleico aumenta el “colesterol bueno” (HDL) que ejerce un papel protector, ya que transporta el “colesterol malo” (LDL) -depositado en las arterias- hasta el hígado para su eliminación, reduciendo los riesgos de trombosis arterial y de infarto.
  • Disminuye la capacidad de oxidación del colesterol LDL, lo que evita el infarto por ateroma.
  • Estimula la producción de vasodilatadores (mejora la fluidez de la sangre).
  • Disminuye la presión arterial.
  • En general reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Sobre los proceso oxidativos

  • El aceite de oliva es un gran impedimento para la oxidación celular, por lo que contribuye a prevenir muchas enfermedades e, incluso, la vejez prematura (actúa como antioxidante natural).
  • Ayuda a prevenir la aparición de la demencia senil (Enfermedad de Alzheimer)
    Sobre los enfermos de diabetes: Mejora el perfil lipídico del enfermo.
  • Disminuye la glucemia, lo que permite rebajar las dosis diarias de insulina.
  • Es rico en vitaminas liposolubles A, D, E y K, por lo que está especialmente recomendado para la infancia y la tercera edad.

Otros usos medicinales

  • Piel:
    • posee un efecto protector y tónico de la epidermis.
    • En uso tópico, en enemas, en ciertas dermatosis (eczemas, psoriasis) o en quemaduras, en forma de linimento óleo-calcáreo.
    • También lo recomiendan los dermatólogos en la limpieza de la piel para facilitar la acción curativa de las pomadas.
  • Sistema endocrino: ayuda a mejorar nuestras funciones metabólicas.
  • Sistema óseo: estimula el crecimiento y ayuda a la absorción del calcio y la mineralización.
  • Como laxante, emoliente y protector de las inflamaciones del tracto intestinal.
  • La medicina homeopática prescribe hojas y corteza de olivo en infusión contra la hipertensión porque contiene un glucósido amargo de acción hipotensora.
  • Plinio el Viejo, en el Siglo I, ya empleaba las hojas de olivo (solas o mezcladas con aceite o miel) para cicatrizar úlceras, y el aceite contra la fiebre, el cansancio muscular y las convulsiones tetánicas.